La cámara del iPhone 6 y por qué más no siempre es mejor

En el momento en que comienzo a redactar esta entrada ya han transcurrido varías horas del día 10 de septiembre de 2014, es decir el día después de la celebración de una de las Keynote que más expectativas habían despertado en los últimos años y que ha logrado centralizar toda la atención informativa mientras se estaba celebrando. La Keynote donde se ha presentado una de las revisiones del iPhone más esperadas y el ansiado Apple Watch que no llegara hasta el 2015.

Por eso es ahora cuando debemos parar y repasar con calma aquellos aspectos que más nos han llamado la atención de la presentación de este esperadisimo iPhone 6. Muchas han sido las filtraciones que durante los últimos meses han ido desvelando desde el aspecto externo de el terminal hasta especificaciones de los componentes que lo compondrían.

De todo lo filtrado y especulado hay un dato que nadie o prácticamente nadie ha sabido anticipar. Todas las hipótesis que se barajaban sobre la cámara trasera del iPhone 6 adelantaban que su resolución aumentaría dejando atrás los 8 megapixeles que lleva siendo lo acostumbrado desde el lanzamiento del iPhone 4S.

Con este movimiento Apple se aleja o más bien continua con su política de no seguir las pautas que siguen el resto de fabricantes que con cada renovación de sus terminales más punteros tienden a aumentar el número de megapixeles de las cámaras tanto frontal como traseras.

¿Esto significa que la cámara del iPhone 6 es inferior a la de sus competidores? En absoluto, afortunadamente cada vez hay más gente que es consciente que el número de megapixeles no es el único factor que determina la calidad de una cámara fotográfica. El tamaño de esos megapixeles también es importante y de el depende la cantidad de luz que es capaz de captar el sensor y a más luz más nitidez en la imagen y mejor responderá en situaciones de baja iluminación, que es donde más suelen flaquear las cámaras fotográficas.

Para que nos hagamos una idea y tomando como referencia al dispositivo más puntero de la marca Samsung, el Galaxy S5, este monta una cámara trasera de 16 mpx, valor muy superior al de la cámara del iPhone 6, ambos comparten el mismo valor de apertura del objetivo ƒ/2,2, pero si nos fijamos en el tamaño de los mpx de ambos dispositivos, los mpx que monta el S5 tienen un tamaño de 1,1 micrones por 1,5 micrones en el caso del iPhone 6, es decir los mpx del iPhone 6 son capaces de captar más cantidad de luz al ser de mayor tamaño.

El hecho de llevar una cámara de esa resolución también ayuda a que las fotos que tomemos con el iPhone 6, tengan un tamaño menor al que tendrían si el sensor de la cámara del iPhone 6 fuera mayor. De esta manera también se consigue aprovechar mejor la capacidad de almacenamiento del terminal y resulta más sencillo compartir las instantáneas en las redes sociales  al ser archivos más ligeros.

A pesar de todo esto hay muchos más factores que pueden ser decisivos para que las fotografías de nuestros móviles tengan la mayor calidad posible y uno de lo más importantes es el fotógrafo.

De momento y a la espera de tener el iPhone 6 en nuestras manos y de poder hacer las primeras fotografías con él, tendremos que confiar en que las buenas sensaciones que nos transmitió en su momento la cámara del iPhone 5S se trasladen a esta nueva generación.