Apple rechaza la existencia de puertas traseras en iOS

  • En los últimos meses se han recrudecido las filtraciones sobre la NSA y ahora la duda de puertas traseras en iOS planea sobre Apple.

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Vivimos unos días convulsos, la lucha para frenar las filtraciones de cuestiones de estado está dando lugar a escenas que jamás pensaríamos ver años atrás. En el terreno militar, soldados como el menudo marine Manning han ido ante un tribunal por revelar información confidencial de la guerra en Irak, ésta fue a manos de los segundos de la archiconocida Wikileaks, organización sin ánimo de lucro que intenta destapar secretos que guardan las grandes naciones. Precisamente, el  otrora director, el ya por todos conocidos, y por mi parte admirado, Julian Assange ha sido detenido en varias ocasiones.

Desde hace 3 años lleva recluído en la embajada de Ecuador en Londres debido a la petición de Estados Unidos para extraditarle y juzgarle por crímenes que, aunque estén por probar, a buen seguro acabaría con sus huesos en la cárcel antes de poder defenderse. Pero si hay alguien famoso en los últimos tiempos en el panorama de las filtraciones no es otro que Edward Snowden, un informático de la agencia de seguridad nacional o NSA. Éste dió a conocer importante documentación que relacionaba grandes corporaciones con las naciones más poderosas del mundo o simplemente entre los servicios de inteligencia de cada país. Actualmente en Rusia, Snowden sigue filtrando nueva información.

NSA-iPhone

Pero lo que nos compete a nosotros es la primera parte de la información y la que más calada ha producido entre la población por la cercanía de los servicios. Si queremos datos puros y duros, nos remitimos precisamente a lo que Snowden sacó a la luz, donde relacionaba pagos de la NSA a grandes corporaciones de internet para espiar a los usuarios. El llamado proyecto Prism, prisma en español salpica a gigantes como:

  • Google.
  • Facebook.
  • Yahoo.
  • Microsoft.

Por supuesto, todo ellos han rehusado haber hecho ningún trato con la NSA, salvo Microsoft, que pese a negarlo en primera instancia no quiso hacer declaraciones. Los demás negaron tajantemente y echaron balones fuera acusando a la misma agencia de haber realizado tales operaciones sin su permiso para observar los documentos que se intercambiaban los usuarios. Todo es bastante cómico, grandes empresas, algunas de ellas más ricas y poderosas que el propio gobierno, con un entramado bastante más difícil de saltar y unos sistemas de seguridad casi impenetrables, con los mejores trabajadores del sector y sin embargo, la agencia pinchó en sus servidores y ellos no sabían nada de esta cuestión. Podemos ser ingenuos y pensar que es verdad o pensar un poco darnos cuenta de que es una colaboración mutua.

Las puertas traseras de navegadores, sistemas operativos y programas de cualquier tipo se lleva usando desde la creación de la informática y aunque no lo podemos afirmar, si que sugerimos que todos estos elementos cuentan con muchas de ellas. Es más, pensar que no las tienen es caer en el error de que las empresas basan en el servicio al cliente como su valor clave, cuando lo que se busca es la ganancia de activos e información, el poder del siglo XXI.

La combinación de información y la digitalización de los últimos años convierte en imposible la tarea de desaparecer sin que sepan donde estamos en todo momento. Una pérdida de derechos en toda regla.

La última que a aparecido en las filtraciones en este caso ha sido Apple. El hacker Jonathan Zdziarski dejaba en duda la seguridad y privacidad de su sistema operativo móvil, iOS, al encontrar en su código extrañas combinaciones que responderían a rastreadores de información, saltándose el cifrado y pudiendo acceder a todo lo que nosotros escribamos, recibamos o intercambiemos. En otras palabras, dejó puertas de acceso para que terceros puedan acceder a nuestros datos, algo que no es una tontería puesto que Apple tiene cantidades ingentes de información confidencial a la que muy probablemente la NSA tenga acceso libre , como presuntamente lo tienen las otras empresas. Esto ocurre, ha ocurrido y ocurrirá siempre pero por primera vez somos conscientes gracias a las filtraciones de Snowden que han puesto jaque tanto a gobiernos como a gigantes del sector.

prism-doc

Al hilo de estas declaraciones la compañía californiana no ha tardado en desmentir dichas declaraciones, acusándolas de falacias puesto que ellos jamás han colaborado ni colaborarán con un gobierno estatal. El conflicto radica en las herramientas de diagnóstico, que para Zdziarski son la puerta mediante la cuál nuestra información viaja a los servidores de Apple y de ahí a quién pueda acceder a ellos. En Cupertino defienden que nosotros mismos debemos dar permiso para compartir esa información con la compañía y que no salen de ahí. Aunque no queremos dudar de la honestadad de los chicos de Cook, parece bastante evidente que iOS, como todo, tendría backdoors mediante las cuales abastecer de información a los servicios necesarios.

Ni Apple, ni Facebook y sobre todo, Google, están exentos de este tipo de acuerdos por una simple razón: Tienen mucha más información de la que tienen gobiernos, algo mucho más preciado que el dinero. Las puertas traseras en iOS suponen un riesgo pero forman parte del juego, uno que empezamos hace mucho tiempo.

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Miguel G.

Delineante. Estudiante de la UGR. Geek y blogger por vocación. Me podéis leer en mi Twitter @chemicracia. Devorador de información, extensión de mi iPhone y amante en secreto de un Moto G.

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