Apple y Samsung venden más que nunca pero pierden terreno

Apple y Samsung son los todopoderosos que manejan el mundo del smartphone casi desde su nacimiento. Todos recordamos los inicios de la rivalidad entre Android y iOS, que en el terreno estaba personalizado en las figura del vanagloriado Samsung Galaxy S original y el iPhone 4. En aquellos inicios donde las 4 pulgadas del primero de ellos nos parecían enormes y las del dispositivo de Apple empezaban a verse como justas es cuando comenzó la cruenta batalla, a la que se han ido añadiendo rivales como Microsoft y han caído otros tantos como Nokia, ya extinta, o la ya casi desapercibida, Blackberry.

De la inercia de aquellos años han llegado años de bonanza para estas compañías, convirtiéndose Samsung en el gran valedor de Android en el mercado y haciendo que otras grandes corporaciones como Sony o la gran HTC, antaño punta de lanza, acaben convirtiéndose en actores de reparto. Pero esta tendencia está cambiando y no precisametne porque estos últimos destaquen, sino porque desde China están apareciendo compañías que son capaces de ser igualmente competitivas en calidades y precio, restando ventas a las que habitualmente se llevaban el gato al agua.

Quizá el que siempre ha comprado un smartphone de un determinado bando lo sigue haciendo pero hay muchísimos usuarios, más de los que pensamos, que no exigen unas características mínimas de ningún tipo al terminal: Ni de calidades, ni de fluidez, ni siquiera que sea realmente eficiente, solo que el dispositivo se comporte debidamente, que a quién se lo compre tenga una garantía suficiente para que, en un plazo de un mes, vuelva a tener otra vez el móvil.

 ¿Qué dispositivos cumplen con las características de precio, calidad, y funcionalidad y pueden ser susceptibles de ser elegido por el usuario más básico o que no quiere pagar tanto dinero? Efectivamente, los terminales chinos. Lo mejor de todo no es eso, han llegado a un nivel de competitividad que pueden batirse perfectamente con un gama alta de una compañía tradicional a la mitad de su precio. En muchos casos a costa de no tener tiendas físicas, estar presentes tibiamente en las web europeas o tener un nulo soporte propio, aparte de no pagar ningún tipo de impuesto o patente. Nos tienen que sonar ya por nuestras calles marcas como Xiaomi, ahora Mi, Meizu, Oppo, o las ya más conocidas Huawei o ZTE.

El precio es el factor determinante a la hora de elegir terminal  y las alternativas provenientes del mercado chino que aúnan ya calidad y un presupuesto ajustado, harán decantarse a aquellos que estén dispuestos a tener una experiencia diferente.  

No entramos a valorar las acciones de cada cliente, pero rogamos que si vamos a comprar un terminal que no se vende en nuestras fronteras y queremos importarlo, sepamos como proceder, acudiendo a sitios de confianza, no fijándose en el precio solamente e informarnos bien. Algunos datos que debemos saber son:

• Si en aduanas descubren que es un terminal, nos harán pagar por él hasta un 30% del valor del envío, que se situaría en 50 euros como media más o menos establecida para terminales de gama alta china.
• Nulo soporte técnico, algo a pagar dado el bajo precio.
• Cuidado con las bandas, no es la misma que en nuestro iPhone.

¿Por qué damos estos datos y que tienen que ver con el iPhone? Muy sencillo, IDC ha sacado a la luz los datos del último trimestre donde pese a vender Apple hasta 4 millones más de terminales, ha perdido Apple más de un 1% de cuota de mercado, que en el país chino es un dato preocupante. Pero no es solo ese el caso, Samsung, su gran contrincante ha sufrido una caída más dura y todo ello ha ido a parar a las compañías chinas de nuevo cuño como Xiaomi u Oppo, propietarias del Mi4 y el One Plus One que tan buena acogida están teniendo. De hecho, el nuevo terminal de la compañía de Hugo Barra se ha vendido en tan solo 40 segundos.

Apple debe continuar luchando con el iPhone 5S y 5C y no dejar pasar la oportunidad de seguir vendiendo y ganando mercado en el país con más clientes potenciales del mundo. Los de Cupertino nunca irá a por la cuota de mercado, como demuestran en cada aparición, pero no deben dejar de pensar como ofrecer su terminal para que no se estanque entre contrincantes tan poderosos y cada vez mejor preparados. Pese a todo, siguen siendo 35 millones de dispositivos en un cuarto de año, siendo el más vendido desde que salió. Si lo comparamos con el éxito de LG por vender 10 millones de unidades del G3, es un logro importantísimo hasta la llegada del iPhone 6.

Apple y Samsung venden más que nunca, pero mucho ojo.