Canibalismo: la filosofía de Apple mata el iPod

No es una sorpresa para nadie que el iPod lleve ya 2 años sin actualizarse, todo eso si hablamos del iPod Touch o Nano, si avanzamos hacia el más bonito para mi, Classic, nos tenemos que remontar más tiempo atrás. Dispositivos que antaño sacaron a Apple de la ruina y eran su cabeza de cartel han pasado a formar parte de los retales que pueblan su tienda, caso parecido al del Mac Mini.  Ahora el iPad, los accesorios, los ordenadores, los servicios y sobre todo los iPhone, son el todo para la compañía de la manzana, dejando de lado estos grandes aparatos.

No nos damos cuenta de la importancia de estos reproductores musicales hasta que no repasamos unos acontecimientos no tan lejos en el tiempo. Parece que hace eones, pero no hace ni 18 años que Amelio abandonó Apple y ésta se encontraba en la bancarrota. Después vino el gran Tony Fadell, sacó de su chistera los iPod, con él, poco después iTunes y el resto es todo historia.

Detrás de la caída del iPod no hay teorías conspiratorias, ni por parte de Apple por dejarlos caer, ni por otros entes que actúen en su proceso, todo se debe al desgaste, al paso del tiempo, a la misma tecnología que desborda al iPod  y a la propia filosofía de Apple, sin miedo al canibalismo.

Como ya dijo Jobs una vez, no hay miedo a que uno de sus productos se coma el nicho de mercado de otro, pase lo que pase, los beneficios quedan en la empresa. Ante todas luces, una estrategia muy valiente pero para ello necesitas estar en una posición muy favorable o mucha confianza en tus usuarios. Lo segundo casi esta fuera de toda duda y lo primero siguen siendo el gran valedor de Apple, siendo una de las compañías con más dinero en efectivo ahora mismo. Por tanto, ¿Son los iPhone y los iPad los que están dando muerte el iPod? Si y no. Por un lado un rotundo sí, compite con dispositivos con muchísimas más funciones y que encima por no suponen un desembolso demasiado superior si hablamos del iPad. Todo esto bajo la misma marca, recordemos. Después hay que meter en la ecuación los otros reproductores y sobre todo, el mundo smartphone que tanto está dominando estos años.

Comprar un iPod ha quedado relegado para aquellos melómanos que buscan una experiencia musical sin notificaciones entrantes, ni llamadas, ni cámaras ni absolutamente nada que entorpezca nuestro rato favorito. De hecho conozco alguna persona que sigue utilizando su iPod para la música y el móvil para todo lo demás, prefiriendo acarrear con 2 aparatos, tenga la batería que tenga el móvil. Todo sea por disfrutar de buena música sin interrupción.

Pero después de esa incursión en el terreno Android o Windows Phone debemos volver otra vez a la raíz de la cuestión. ¿Sabía Apple que sacando el iPod sufriría un serio revés con el lanzamiento del iPhone? ¿El iPod morirá con el tiempo o se mantendrá en el catálogo como hasta ahora? ¿Es correcta esta estrategia que plantean en Cupertino desde que Jobs cogió las riendas?

Dando respuesta a todas las cuestiones la única palabra que vamos a utilizar es SÍ. Apple estudia las opciones pero decide que su nuevo dispositivo une las opciones nuevas más las antiguas y será su cabeza de cartel. Sabe que ganará 3 veces más, el iPhone es un dispositivo de masas y necesario, que el iPod seguirá vendiéndose para los amantes de la música o runners, aunque menores cantidades y por eso no se esmera en renovarlos. Posiblemente y para apoyar su iTunes Store, el iPod acabe quedándose en tan solo 2 modelos: Una especie de iPod nano pequeño para la música o un iPod Touch para consumir contenido. La estrategia puede ser acertada o no pero si que la vemos tremendamente valiente y por ahora, nadie puede discutir que ha funcionado.

El legado de Jobs en Apple sigue funcionando como un reloj y aunque a veces de signos de agotamiento, no creemos que cambie su tendencia en mucho tiempo. Todo cambia, pero pasados los 13 años el iPod sigue en la lucha, una pelea que quizás conseguiría ganar si Cook apostase por un recorte sensible, que no demasiado grande, en sus precios para una consideración mayor y optar a su compra.