El iPhone o la mejor cámara móvil del mundo

En el mercado telefónico hemos sufrido muchos cambios a lo largo de los años, sobre todo el último lustro. Hemos pasado de terminales pequeños, con muchos botones y pantallas minúsculas, a dispositivos de dimensiones que se nos escapa de las manos, resoluciones por encima de lo que el ojo puede percibir y altavoces estéreo frontales.

Pero quizá uno de las mayores evoluciones en el sector en los últimos años es, sin duda, la cámara trasera integrada en nuestro iPhone. La primera versión del terminal incluía un sensor capaz de captar imágenes de 2 megapixels y sin flash, una capacidad bastante limitada y que Apple no tardó en aumentar en la siguiente revisión del teléfono. El actual iPhone 5S, aún apostando por una configuración conservadora para lo que existe en el mercado, aumenta su resolución fotográfica hasta los 8 megapixels y y doble flash LED y ya hablamos de su calidad.

Esta evolución ha roto nichos de mercado que anteriormente tenían otros dispositivos, como es el de las cámaras compactas. Incluso las mirrorless o las cámaras bridge, que anteriormente eran las elegidas por el usuario para tomar las fotografías casuales se han visto desplazadas por los terminales.

Por supuesto, no vamos a hablar de calidad fotográfica con números en la mano ni especificaciones mareantes. Cuando hablamos del iPhone como la mejor cámara móvil del mundo nos referimos a su relación entre sacar el terminal y tomar una fotografía casi perfecta. Sin embargo no vamos a ocultar que los avances de las demás compañías han hecho que la diferencia existente con Apple se haya visto reducido drásticamente e incluso superado en ocasiones, a tenor de las pruebas realizadas por nuestros compañeros de FAQsAndroid con dispositivos como el Samsung Galaxy S5 y su rápido autoenfoque.

Si hay algo importante que capturar, es una lástima que una baja velocidad de enfoque y obturación nos impida obtener una fotografía que merezca la pena.

Sin embargo no solo el hardware hace del iPhone la mejor cámara móvil que podemos encontrar en el mercado. El sensor que monta es propiedad de Sony, que suministra el mismo a muchos de los fabricantes pero no todos los resultados son los mismos. La propia compañía nipona adolece de la otra característica principal cuando hablamos de fotografía en términos generales y esa no es otra que el de tener un buen procesado de imagen, es decir, que la fotografía que tomemos con nuestra cámara sea tratada con las técnicas adecuadas de procesado y no aparezcan fenómenos como exceso de ruído o un suavizado desmesurado de la imagen que aunque haga desaparecer el citado ruido, también provoque que el detalle existente en la misma decaiga y al ampliar no podamos observar las líneas de la fotografía. Por citar un procesado erróneo de imagen podemos hablar del exceso de suavizado de imagen en el HTC One M8 o el tratamiento tan agresivo que hace Sony con sus Xperia y que solo con el Z1 Compact y el Z2.

La interfaz y aplicación de cámara son el eslabón que falta para que un terminal sea un buen sustituto, en la mayoría de ocasiones, de una cámara compacta.

Quizá perderse en un mar de modos y opciones no sea la mejor opción. Deben estar ahí pero, ¿Al final que porcentaje de usuarios lo utiliza? La esencia del iPhone es un potente modo automático para una foto perfecta

La aplicación de nuestro iPhone no posee modos beauty, ni modo de sonrisa, pero cumple en términos generales a la hora de realizar nuestras fotografías. La opción de incluir en iOS 8 de algunas mejoras manuales como separar la exposición y el enfoque puede mejorar la experiencia de usuario con la cámara, pero debe ser bien implementado para no perder esa esencia de una captura rápida y casi perfecta que tiene el dispositivo de Apple.