Diario de un Switcher 37: la fluidez de iOS como sistema

Durante unos días he estado compatibilizando el uso del iPhone con el del LG G3 para realizar la review en FAQsAndroid. El tope de gama de LG es un dispositivo muy interesante con algunas prestaciones impresionantes como su resolución 2K o su cámara con autoenfoque por láser.

Sin embargo hay un aspecto que no me ha gustado y es que pese a tener unas especificaciones realmente interesantes la fluidez del sistema no es ni de lejos la esperada en un dispositivo de estas características.

Esto es algo que no se aplica a todos los móviles android, y estoy pensando especialmente en los Nexus, pero sí que es notorio en demasiados terminales que no son especialmente baratos.

El usar un dispositivo de última generación y encontrar lags y errores en el sistema es algo que llama mucho la atención, y aunque reconozco que también el iPhone ha mostrado algunos reinicios con iOS 7 y cierta inestabilidad me da la impresión de que la velocidad del sistema, las transiciones y la fluidez está mucho mejor lograda en iOS que en Android.

Puede que sea el propio sistema, el kernel, el lenguaje de programación o aspectos similares los que le dan al iPhone esa sensación de que todo funciona de manera perfecta en cuanto a fluidez se refiere.

Tengo mucho interés en probar Android L y ver si los fabricantes pueden modificar el sistema sin penalizar la usabilidad del mismo, hacer que todos los móviles de gama alta con Android tengan un rendimiento que compita con el iPhone, como ahora mismo pueden hacer el Nexus 5 o el HTC One M8 por ejemplo pero no el Samsung Galaxy S5 o el LG G3.

Al igual, iOS 8 podrá mejorar incluso la realidad actual del iPhone, aunque a este respecto preferiría que el sistema del iPhone mejorase en estabilidad y es que desde la reescritura del sistema la percepción de iOS no es la misma.