Comparativa del iPhone 5S vs iPhone 5 con vídeo review

Es uno de los móviles más esperados del momento, habiendo aparecido ya por España. Sí, hablamos del iPhone 5S, un teléfono de altísima calidad, gran potencia y con las prestaciones de su nuevo procesador Apple A7 de dos núcleos y nueva arquitectura de procesamiento en 64 bits, estando todo conjurado de forma magistral por el nuevo iOS 7. No es revolucionario, en eso seguramente estemos todos de acuerdo, pero no cabe duda de que es un extraordinario teléfono, consiguiendo una de las mejores opciones de todo el panorama móvil. Eso si no contamos con el iPhone 5, del que hereda el aspecto exterior, materiales y algunos de sus componentes.

Como es lógico, el iPhone 5S no puede huir de una comparativa directa con el iPhone 5, estando aquí la mayor disyuntiva de todo el que tiene ya el primer teléfono: ¿actualizarse al iPhone 5S o quedarse en el iPhone 5? Bien, tratemos de averiguar en qué se parecen y en qué se diferencian, adelantando desde ya que tampoco resultan demasiado perceptibles dichas diferencias.

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Comparativa en texto iPhone 5S vs iPhone 5

Puestos uno enfrente del otro, cuesta mucho distinguirlos. Al menos por su frontal, siendo casi idénticos a excepción de la aureola que tienen los modelos claros de 5S en torno al botón de Home. Pantalla de 4 pulgadas protegida por cristal Corning Gorilla Glass que se ve algo más nítida y brillante en el iPhone 5S sin que se haya aumentado la resolución, cámara delantera de 1,2 megapíxeles con buena calidad de auto fotos o conversaciones mediante Facetime, cuerpo construido en aluminio que abraza la pantalla en toda su extensión ofreciendo un tacto frío, lujoso y cómodo en las manos, botones y conectores rematando el diseño estando pensados a la décima de milímetro para enamorar a la mirada… Si buscáis distinguiros con un nuevo iPhone 5S, no lo vais a conseguir: a excepción del doble LED trasero o del detalle de los modelos claros en el botón central, ambos terminales son idénticos incluso a los ojos experimentados. Sí, los colores varían ligeramente de tonalidad entre el iPhone 5 y el iPhone 5S, pero, a no ser que compréis el modelo en color Champagne, nadie reconocerá a las primeras de cambio el último modelo de iPhone.

Ya hemos visto que estos dos iPhone que tenemos en comparativa no poseen diferencias exageradas en cuanto a diseño exterior, siendo casi un calco uno del otro. No tiene por qué ser negativo, dado que Apple ha decidido evolucionar las prestaciones de hardware adaptándose así a las necesidades móviles actuales. Además de evolucionar la interfaz de iOS con un cambio radical, adaptándose a la perfección a ambos modelos mientras mantiene opciones exclusivas en el iPhone 5S. Una de ellas es el tan controvertido sensor de huellas, yéndose un paso más allá en lo que a seguridad se refiere. Cuesta un poco configurarlo en un inicio (falta de costumbre, Apple ha simplificado al máximo el proceso), pero funciona mucho mejor de lo que pudiera pensarse: el acceso al escritorio es inmediata, ahorrándonos el engorro de la contraseña de paso. Aunque no podemos negar la evidencia: el sensor de huellas dactilares no es un motivo suficiente para el cambio, sirviendo, más que nada, como anécdota (quizá pueda ir bien en entornos corporativos, pero a nivel usuario no posee demasiado sentido).

Diferencias de seguridad aparte, sí que hay un aspecto del iPhone 5S donde resulta notoriamente superior: su capacidad de procesamiento. Y es que el procesador Apple A7 duplica en capacidad de procesos por núcleo al de su hermano, el Apple A6, barriéndole en pruebas de benchmark. No tanto en el uso real, aunque bien es cierto que se suele apreciar en el arranque de aplicaciones y de juegos, un punto donde resulta primordial la potencia del iPhone 5S y del iPhone 5. Precisamente ha sido en el procesador donde se ha incidido de manera especial, subiendo la arquitectura de procesamiento hasta los 64 bits. Esto supone notables mejoras sobre el papel, sobre todo gracias al aprovechamiento por parte de iOS 7, y de todas las apps compatibles, de dicha arquitectura. Aunque lo cierto es que, en el uso corriente, no se detectan notables cambios entre en funcionamiento del iPhone 5S y el iPhone 5 más allá de la mayor velocidad del primero en la ejecución de procesos que, sin embargo, no suele ser de más de unas décimas de segundo. No podemos negar la evidencia: el iPhone 5 ya era, y será, un smartphone potente y funcional, sin que caiga en vergüenza ante una comparativa con su hermano más reciente. Ni siquiera le gana en autonomía, pudiendo decir que ambos están a la par. En igualdad de condiciones durante esta comparativa, hemos notado que ambos descendían en carga al mismo nivel, no ganando el iPhone 5S más que en media hora o tres cuartos a lo sumo.

Vayamos con las cámaras de ambos teléfonos. En lo que respecta a la calidad y nitidez de las fotografías obtenidas, no podemos decir que existan exageradas diferencias, aunque sí que es cierto que vemos las fotos del iPhone 5S más claras y nítidas, obteniendo un mejor aprovechamiento de la luz favoreciéndose las tomas a baja iluminación. No es algo exagerado, pero, dado el gran rendimiento en fotografía que ya poseía el iPhone 5, estas mejoras resultan notorias. El doble flash LED gana la batalla en las capturas de noche sobre personas y objetos cercanos, aunque tampoco va a sacarnos del paso en entornos demasiado oscuros (también hemos de considerar este doble LED como uso exclusivo de linterna, viéndose favorecido por el acceso directo en el Control Center de iOS 7). La saturación y fidelidad de los colores están al mismo buen nivel, viéndose bien representados en las fotografías y también en los vídeos. Y si hablamos de grabaciones en movimiento… Pocas diferencias se aprecian entre ambos a excepción de la mayor claridad obtenida en los vídeos del iPhone 5S, mejora a la que hay que añadir la pertinente captura en cámara lenta. Este nuevo modo de grabación nos permite aprovechar las capacidades del sensor grabando a 120 fps (4 veces la tasa de frames por segundo del iPhone 5), obteniendo con ello una reproducción a cámara lenta suave y sin saltos en la animación. Tendremos un reproductor para aprovechar esta función dentro de la galería de fotos, pudiendo seleccionar qué partes del vídeo se reproducirán a cámara lenta. Aunque no nos engañemos: esta funcionalidad no es más que una anécdota que sólo podremos aprovechar en contadas ocasiones, sirviendo de bastante poco en el uso real. Pero efectista lo es un rato, eso sí.

Pocas diferencias más hay entre el iPhone 5S y el iPhone 5. Como vemos, son dos terminales muy parecidos, trayendo de serie potencia suficiente como para mover iOS, y todas las aplicaciones de la App Store, durante varios años (hemos de tener en cuenta que las actualizaciones se ven influidas por el año de lanzamiento del terminal). Siempre tendremos más garantías con el iPhone 5S que con el iPhone 5, pero, en el uso actual, sirven igual de bien uno y otro. Lo cual no quita que todos prefiramos ir hacia el más moderno…

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Comparativa en vídeo: iPhone 5S vs iPhone 5

Las palabras están bien, pero hasta que no los vemos en acción no nos podemos hacer una idea real de en qué se distinguen ambos smartphones. Como podréis observar, las diferencias en el funcionamiento, en el aspecto o en las capturas multimedia no son tan grandes como cabría esperar, aunque no deja de ser cierto que el iPhone 5S suele imponerse en todos los campos. No por mucho, cierto, pero es superior. ¿Es realmente merecedor de una compra si comparamos a ambos? Veámoslo en vídeo.

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Opiniones y valoraciones finales

Como todos imagináis, y habréis podido leer y ver en ambas comparativas de este post iPhone 5S vs iPhone 5, las diferencias entre ambos son mínimas a día de hoy, por lo que tampoco supone una ventaja excesiva el comprar un iPhone 5S si ya se tenía el iPhone 5. El procesador Apple A7 de 64 bits marcará la diferencia en unos meses, sobre todo cuando las aplicaciones empiecen a actualizarse aprovechando los nuevos recursos de la arquitectura. Pero, actualmente, las apps, iOS 7, la cámara o la conectividad se mantienen más o menos al mismo nivel. Es más rápido el iPhone 5S, siempre gana en el arranque de aplicaciones o en las transiciones. Pero las diferencias son irrisorias como para recomendar su compra teniendo ya el móvil anterior. Pero…

Si sois un obsesos de la seguridad, pero tampoco os gusta complicaros la vida con passwords y contraseñas… El sensor de huellas dactilares supondrá un empujoncito del lado del iPhone 5S. Nos ha sorprendido su rapidez en la lectura de la huella, su sencillez configurando diferentes dedos y usuarios y, sobre todo, la ventaja de ahorrarnos la escritura del password de la ID a la hora de la compra de apps (con las sucesivas actualizaciones de la política de privacidad, este password se ha vuelto largo y complicado); pero no deja de estar dentro del terreno de la anécdota. Eso sí, no podemos evitarlo: nos gusta el iPhone 5S, lo compraríamos si no tuviéramos ya el iPhone 5 y, seguramente, también venderíamos uno para tener el otro. Estar a la última siempre es una ventaja, ganando actualizaciones seguras de iOS sin temor a perder funcionalidades. Pero, siendo razonables y lógicos, no os perderéis casi nada yendo a por el iPhone 5. O a por los iPhone 5C, que también son buena opción.

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