EDITORIAL: Los rumores y filtraciones de productos no benefician a Apple

Muchos son los rumores y las filtraciones que seguimos cada día en torno a los productos de Apple. Ahora concretamente estamos siguiendo cada día la información sobre el futuro iPhone 6 que previsiblemente verá la luz en el mes de septiembre y el nuevo iPad Air de segunda generación que saldrá unas semanas más tarde y estarán preparados para ser vendidos en las fechas navideñas.

Pero para muchos de los lectores de blogs y páginas web, estos rumores son filtrados directamente por Apple para beneficiarse en las compras de sus productos, cosa que pensamos que no es así, y que además estas filtraciones que se producen de partes de sus productos, como estamos viendo cada día, hacen que Apple pierda millones de dólares cada año.

Partimos de la base de que Apple es una empresa que, tras los varapalos que ha sufrido en sus comienzos, su política se ha encaminado a la ocultación de lo que se estaba creando con cada producto, desde los Mac, teléfonos tablets e incluso ahora también con otro tipo de gadgets o wereables como el nuevo iWatch que posiblemente vea la luz junto con el nuevo iPhone 6.

Desde aproximadamente el lanzamiento del iPhone de cuarta generación, cada vez han sido más las filtraciones de componentes de los nuevos modelos, tanto como de los teléfonos de Apple como de los iPad, que son más difíciles de ocultar a la competencia o a los usuarios finales. Esto se debe, en gran parte, a que cada vez son más y más los productos que esta empresa está fabricando y el control sobre cada trabajador de cada una de estas empresas es muy complicado.

Pero el inicio de estas filtraciones con el iPhone 4 se debió, para el que no lo recuerde, fue que uno de los trabajadores beta tester de Apple perdió uno de los terminales semanas antes de la presentación en una cafetería de Redwood City, en California. Tanto Apple como los blogs más importantes de EEUU intentaron hacerse con el dispositivo lo que desencadenó una serie de habladurías sobre si los de Cupertino lo hicieron adrede para ganar la partida a la competencia. Muchos fuimos los que decidimos que todo aquello era una maniobra extraña hasta que ese mismo dispositivo fue presentado por Jobs.

Fue la primera vez que Apple no sorprendió a sus usuarios y seguidores con la presentación de un nuevo dispositivo y a partir de ahí, gracias a la demanda y a los millones de dispositivos que se fabrican, el secretismos de la compañía se ha visto afectado cada año con más fuerza, ya que cada año son más las unidades que hay que fabricar y según parece también el tiempo para fabricarlo.

La política de Apple con sus trabajadores es muy exquisita en ese sentido, desde la firma del contrato se conocen las cláusulas por las que los que trabajan para la empresa de Cupertino no pueden hablar sobre la información que conozcan de la empresa. De hecho, se habla de que Apple tiene en muchos departamentos, bien sean de diseño, fabricación o comerciales, gente «infiltrada» que se encarga de intentar desenmascarar a todo aquel que no cumpla con esa parte de contrato para dar por concluida su relación laboral con Apple.

Las filtraciones por parte de las empresas han existido desde siempre, y bien se hacen para que los usuarios tengan una percepción de lo que va a ser un producto o aplicación (recordemos que se coló la aplicación de Facebook en Google Play hace unos años) o bien es utilizado para intentar hacer fracasar algún producto de las empresas que son competencia, o hacer cambiar su producto a última hora para intentar mejorar lo que se está filtrando.

En el caso de Apple, pensamos que no es así, que la empresa tiene vendidas sus unidades mucho antes de lanzarlas al mercado y que cada una de las filtraciones que hay de pantallas, baterías, procesadores o diseño de sus productos, hace ganar tiempo a la competencia a la hora de presentar un producto que haga competencia a esas características que se están filtrando, y todo esto se traduce en millones de dólares de pérdidas como hemos dicho al principio del artículo.

Todavía tenemos a la venta el iPhone 5S, el teléfono móvil más potente y novedoso que ha presentado Apple en toda su historia y cada vez las ventas van descendiendo más sobre este producto debido en gran parte a las filtraciones que se están produciendo sobre el iPhone 6. El que quiera un tamaño de pantalla mayor que el actual, esperará unos meses a su presentación o el que piense en una pantalla más resistente, no comprará el iPhone 5S ahora aunque lo necesite. También es verdad que Apple nos está acostumbrando a un producto al año y eso hace que la gente se reserve para comprar «lo último» pero las filtraciones y los rumores que vemos año tras año que se confirman en las keynote, no hacen nada bueno a los de Cupertino.

Incluso Tim Cook ha hablado sobre esto en varias ocasiones:

Me alegro de que la gente esté deseando el modelo siguiente, estoy súper feliz por ello. Yo no voy a gastar mi energía en hacer que la gente deje de especular.

Sabiendo que hay un ejército de fanboys detrás de la empresa y que las ventas de sus productos están cada día más aseguradas, vemos que no es una de las cosas que a Apple no le deje dormir cada día, sobre todo porque las ventas están creciendo año tras año y las cuotas de mercado con cada uno de sus productos se están ampliando aventajando a su competencia. Pero es cierto que las ventas podrían ser mucho mayores si Apple nos volviese a sorprender en cada una de sus keynote con un iPhone o con un iPad del que no sabemos nada a través de rumores, como si que lo hace con los ordenadores Mac, de los que no sabemos nada hasta su presentación, como el Macbook Air, o el Mac Pro.

Personalmente no soy muy seguidor de los rumores y filtraciones de los productos que van saliendo, me gusta más verlo presentado por la empresa que lo hace, bien sea de Apple o de cualquier otra. De esta forma se realmente lo que se me ofrece y lo que se adapta o no a mis necesidades como usuario, aunque he de decir que hay diseños que se presentan que me resultan muy atractivos y que me gustaría que el producto final fuera así, como nos pasa a muchos.